Parte
1
Ha
pasado un año desde el día en que nací, ¿Cómo lo sé?, simplemente debido a que
acaban de celebrar mi primer cumpleaños (“Creo”). Una reunión sencilla en donde
compartieron mi familia y otras personas que he visto en ciertas ocasiones, a
lo largo del pasado año. En lo personal, ninguna de ellas ha llamado mi atención,
a pesar de ser cargado por innumerables mujeres de mediana edad, mientras soy
elogiado y presionado contra sus pechos. Si bien mi gusto por las mujeres no ha
cambiado, esa clase de personas me desagrada de una manera casi natural, a
pesar de que sean bastante atractivas.
Nada
particular sucedió luego de eso, no obstante, cuando menos me los esperé, algo
que despertó muchos sentimientos en mí, sucedió un día que quizás nunca
olvidaré. El momento exacto, no lo sé, simplemente, durante un día aleatorio en
el que perdía mi mirada en el techo desde mi cuna, un rostro desconocido
apareció para robar mi atención. Un rostro pálido y suave como la porcelana,
adornado con unos ojos verde esmeralda, una nariz fina y una cabellera roja
como el fuego, que llegaba más abajo de sus hombros con un flequillo que tapaba
ligeramente su ojo izquierdo.
En
un principio solo pude ver la frente y sus ojos, que me miraban como alguien que ve un juguete nuevo. Luego
asomó su rostro completo de manera claramente forzosa, como si tratara de subir
algo. Fue entonces que me di cuenta que era una niña, según yo debiera tener
unos 5 años, me observó por un tiempo y dijo;
— Hola
Akeel ¿Cómo estás?
“Yo
bien aquí pasándola”
Cabe
destacar que logré descifrar el lenguaje que hablan estas personas. No es que
me haya dedicado a solo mamar y cagar durante todo este tiempo, pues le preste
atención a cada conversación durante el pasado año y creo poder entender
cualquier cosa.
— Eres
tan adorable. — Lo dice mientras roza con su dedo mi nariz.
“Tú
también eres adorable, pero si me sigues picando la nariz voy a estrenar mis
nuevos dientes con tu dedo”
— Me
llamo Mirina y voy a cuidar de ti desde ahora.
“mmm…
define cuidar”
— Quizás
soy solo una niña, pero a partir de hoy soy sirvienta en esta casa y me voy a
asegurar de cuidarte bien.
“Así
que nueva sirvienta… pero ¿no será muy joven?”.
Comienzo
a pensar que estoy en algún país subdesarrollado con claras falencias en leyes
de trabajo infantil.
— Dame
una sonrisa Aki.
“¿Aki?...
así que ya empezamos con los apodos”
Hasta
ahora he mantenido mi boca callada por temor a que me consideren extraño,
porque claramente cualquiera se aterraría si un niño que no tiene ni un año
comienza a hablar fluido. Desde hace unos meses que soy capaz de hablar, debido
a la práctica de modulación que hago cuando sé que estoy solo, aunque lo hago
casi susurrando, para no llamar la atención de nadie.
Esta
niña me hace sentir ganas de decirle algo, “vamos a devolverle la mano”
— …Mirín…Mirín… Mirín. — Murmuro, haciéndome el tonto.
La
niña entonces abrió sus ojos con sorpresa y una sonrisa deslumbrante se dibujó
en su rostro para luego apartar su vista rápidamente mientras gritaba;
— Sta
Ilen, Maestra, Aki hablo… y dijo mi nombre…
Pasado
unos segundos con pasos acelerados aparecieron ambas mujeres junto a la niña.
— Mirina
¿es verdad lo que acabas de decir? — Pregunta Eline.
— Si
Maestra, dijo claramente “Mirín” tres veces. — Responde la peliroja
— De
ser verdad, que haya dicho eso a esta edad me parece extraño, más aún dado que
hasta ahora nunca ha dicho nada ni ha llorado siquiera, Maestra Eline me
disculpo por haber pensado que pudiese tener un problema de la cabeza. — Ilen
comenta mientras tapa su boca con su mano y asume una postura reflexiva
mientras me mira de reojo.
— No
tienes que decirlo Ilen, hasta ahora yo también pensaba lo mismo, pero lo que
me desconcierta es que no haya dicho mi nombre primero, ni siquiera mamá. —
Eline dice mientras me mira con ojos de tristeza, como rogando porque le
responda algo.
Hasta
ahora he mantenido un silencio prudente debido a mi poca comprensión del lugar
y la situación en la que encuentro, aunque también es debido a mi naturaleza
que trata de no llamar la atención. La verdad es que llegado este momento no
tiene mucho sentido no hablar, es más, necesito entender lo que está sucediendo
y no creo que la respuesta llegue de la mano de una revelación divina.
Quiero
hacer esto rápido, pero vamos a hacerlo un poco progresivo;
— Eline…
Eline… Ilen — Digo con la voz más
infantil que esta boca puede pronunciar.
Al
instante los ojos de Eline se abren con sorpresa y el asombro transforma su
boca en una amplia sonrisa.
— Waaaaaaaaa mi bebe dijo mi nombre… Ilen ¿lo escuchaste?
— D…
D… Demasiado claro Maestra, además dijo mi nombre también… Pero lo dijo tan
bien que es increíble.
Ilen
me mira con sus ojos casi desorbitados. Su expresión de incredulidad me
deleita, pero debo tener cuidado de no llamar mucho su atención
— Tranquila
Ilen no te sorprendas mucho, después de todo es mi hijo de quien hablamos.
— Mis
disculpas maestra.
— Pero
me desconcierta un poco el que me llame por mi nombre, a pesar de todas las
veces que he tratado de que me diga mamá… Vamos Akeel... Dime mamá. — Me ruega
mientras me sostiene entre sus brazos.
Tengo
la creciente necesidad de jugar con ella, es tan adorable cuando me ruega,
vamos a ver qué pasa;
— Nop…
Eline. — Lo digo negando con mi cabeza.
— Queeee?...
Akeel porque me dices eso, soy tu madre… llámame mamá.
— Nop…
Eline.
— Pero….
Pero….
— Eline…
Eline.
— Buuuuuuuu.
— Hace un largo puchero mientras presiona su mejilla contra la mía.
“Creo
que ya es suficiente, vamos a concederle algo”
Pongo
mi pequeña mano (“por dios que es pequeña”) sobre su frente y con una vos de
pregunta exclamo;
— ¿Elín?
Sus
ojos se encuentran con los míos y con una pequeña pero significativa sonrisa
asiente y me dice;
— Está
bien… no creo poder ganar contra ti, después de todo eres hijo de ese hombre…
pero como las cosas están así yo también te voy a llamar Aki.
“Touche”
Entonces
me da un beso en la mejilla y me pone nuevamente en la cuna.
Todas
ellas se retiran dejándome con la sensación de que hable de más, especialmente
Ilen que se retira mirándome de reojo con una clara imagen de duda.
“Creo
que voy a tener que trabajar mi relación con ella”.
***
Como
dato anexo, unos días más tarde, a través de las regulares charlas entre Elin e
Ilen (así es, ahora la llamo Elín) pude conocer la razón de la llegada de esta
nueva sirvienta. Resulta ser la hija de un subalterno de Clark (También llegue
a saber que Clark es un oficial en el ejército), el cual falleció hace muy poco
en combate. Sintiéndose mal por el hecho de que él era su única familia,
decidió acoger a Mirina en nuestro hogar como aprendiz de sirvienta, al parecer
algo muy común en este país que espero conocer mejor.
El
rostro que vi irradiaba tanta vida, que nunca se me hubiera ocurrido que su
única familia falleció hace tan poco.
“Voy
a llevarme bien con ella, es lo mínimo que puedo hacer”
Parte
2
A
lo largo del segundo, tercer y cuarto año crecí significativamente. Mis nuevos
padres han resultado ser bastante sobreprotectores, según mi perspectiva, pues
durante todo este tiempo me he mantenido dentro de los límites de la casa y sus
alrededores, aumentando de a poco una suerte de sentimiento de encierro en mí.
Si le sumamos el hecho de que el único entretenimiento que tengo es la compañía
de Mirina, no es de extrañar que de pronto me vuelva loco.
A
pesar de que durante el primer año fui capaz de pararme, durante los siguientes años pude realmente caminar y
se me dio el permiso para deambular por la casa, entonces mi investigación
acerca de esta gente realmente comenzó.
Primero
realicé un reconocimiento de la casa. Resultó ser una edificación de 2 pisos,
muy parecida a una casona antigua pero más pequeña. En el primer piso se
encuentra un living en donde está la puerta frontal y la escalera para subir al
segundo piso, a la izquierda aparece un pasillo en donde hay 2 puertas con las
habitaciones de Ilen y Mirina, a la derecha un comedor con una larga mesa con 8
sillas y una habitación donde se encuentra una cocina y un horno a leña.
La
cocina fue la primera pista para entender que estoy bastante lejos de una
sociedad moderna.
El
primer piso, así como la casa, tiene una forma de C, cuya cara plana apunta
hacia la calle. Además en el living se encuentra una chimenea y varios sillones
desgastados.
En
el segundo piso, frente a la escalera, se encuentra un cuarto libre con algunos
muebles y repisas y una puerta que da a un balcón que apunta hacia el interior
del terreno, a la izquierda se encuentra mi nueva habitación (me mudaron este
año) y un cuarto libre que se usa para almacenar varias cosas, a la derecha se
encuentra la habitación de mis “nuevos padres” y un pequeño cuanto privado de
Clark.
Resumiendo
las características principales de esta casa, se pueden enumerar factores
importantes que me ayudaron a comprender la situación en la que me encuentro:
1- La
casa está hecha completamente en madera, salvo la cocina y algunos implementos
varios que están hechos de metal. Hasta las ventanas son paneles de madera y no
de vidrio.
2- No
hay electricidad, las luces en la noche
son velas, no hay que ni decir si hay algo electrónico.
3- No
hay baño dentro de la casa, lo que hay es una letrina unas decenas de metros
hacia dentro del terreno y un cuarto de limpieza junto al ala izquierda, donde
se lava ropa y hay una tina de madera para bañarse (se calienta el agua en una
enorme olla de metal utilizando leña). En mi caso, para hacer mis necesidades,
dispongo de una preciosa bacinica de cobre, que brilla antes de usarla y que
apesta después de eso que tengo que hacer.
Estas
características me dieron a entender el retraso tecnológico de este hogar, pero
si miramos más detalladamente, se pueden encontrar indicios de algo un tanto
más dramático. No hay vidrio transparente (solo vidrios opacos), no hay
cerraduras de metal en las puertas, toda la ropa parece ser hecha a mano, etc.
Poniéndome en el caso que estuviese en
algún país desconocido, a menos que este en una tribu perdida en el África, es
casi imposible que no haya indicio de modernidad.
El
golpe de gracia llegó cuando por primera vez vi entrar a Clark por la puerta
principal, luego de su viaje por trabajo, vistiendo una armadura de cuero
tachonado sobre una cota de malla, un casco de color bronce y una espada en su
cintura. Aquello me golpeo como un martillo en mi cabeza.
“En
vez de lugar extraño mejor digamos que estoy en una época extraña”
Con
un poco de meditación y recordando los tantos libros de historia que leí en mi
vida pasada, deduje que me encuentro en una época alrededor de la edad media,
muchísimo antes del año 1000.
La
situación dista mucho de algo lógico, lo que pensaba hasta ahora era que había
reencarnado en algún lugar rural en algún país desconocido, pero a primeras
luces la cosa pareciera ser que me transporté en el tiempo al pasado, para
nacer nuevamente o algo parecido.
Cada
vez que miro por la ventana hacia afuera, puedo ver pasar gente caminando,
algunas cargando leña en sus espaldas, carretas tiradas por caballo y jinetes
portando armaduras de cuero o petos de metal, además de cascos de diversas
formas y colores.
“Esto
parece sacado de una película”
Por
un tiempo me mantuve abrumado y un tanto depresivo, al punto de que las mujeres
pensaban que estaba enfermo y me daban cuidados extras. La comida tampoco ayuda
mucho, hay presencia ocasional de carnes pero en su mayoría son granos y
vegetales. Lo peor sin embargo es el sabor.
“Por
dios que es desabrida la comida”
No
es mala a un grado extremo, pero debido a que mi paladar estaba acostumbrado a
sabores fuertes, me hace deprimirme aún más. La causa clara es la ausencia de
condimentos, pues a excepción de la sal, rara vez se ve algo más allá de alguna
hierba para darle algún sabor a la comida. Sumándole el hecho de que llevo 2
años de abstinencia de videojuegos, televisión y libros, el panorama se
obscurece aún más.
Luego
de unas semanas de amargura, entré en la etapa de aceptación, comprendiendo que
nada se puede hacer con la situación, “la cosa es vivir con lo que se tiene”.
Con eso en mente retomé el camino a la información, partiendo por el hecho que
mi casa no es el mundo, debiendo en primera instancia comprender como es la
situación afuera.
La
primera cosa importante en cualquier sociedad para poder Informarse es saber
leer. Bueno, en realidad yo sé leer, pero mi lenguaje original no sirve de nada
aquí. Por eso recurrí a Ilen para que me enseñara, pues resulta que en la sala
del segundo piso se encuentra un librero con una cantidad razonable de libros,
todos ellos escritos a mano y según supe un poco después, son la colección
personal de Elín.
Primero
me acerqué progresivamente a Ilen con la intención de ganarme su confianza, Le
daba una cálida sonrisa cada que vez que me encontraba con su mirada (ella me
respondía con una sonrisa forzada), la acompañaba cuando hacia los quehaceres
junto con Mirina y adulaba la cocina que preparaba, aunque fuese solo regular.
Entonces, cuando estimé conveniente que podía pedirle su ayuda, me aparecí
junto a ella, mientras estaba tejiendo en el living, con un libro en mano;
— Ilen…
¿Qué es esto? — Le dije, mientras le mostraba el libro con unos ojos de
curiosidad.
— Eso
es un libro.
“Eso
ya lo sé, se un poco más específica”.
— ¿Y
para qué sirve?
— Bueno,
es un objeto que tiene palabras escritas dentro y cuenta historias e
información.
— Haaaaaaa… ¿Y cómo se usa?
— Mmmm…
Veamos, simplemente lo abres así y lees las palabras que están escritas en
estas hojas. — Me dice mientras toma el libro y me muestra como abrirlo y
cambiar las páginas.
— Haaaaa…
¿Y me puedes enseñar a usarlo?
— En
realidad para usarlo debes primero aprender a leer y eres muy joven para eso.
“Diablos,
intentemos con otra aproximación”
— ¿Pero
me puedes contar lo que dice en este libro?
Ilen
toma el libro y lo ojea un poco, luego, con una expresión de resignación, me
dice mientras palmea mi cabeza;
— No
creo que haya problema, pero le voy a preguntar a tu madre primero.
— Fantástico,
Gracias Ilen.
Previendo
la situación de antemano, escogí el libro más corto y con muchas ilustraciones,
claramente un libro de cuento infantil, fácil de leer y aprender.
Ese
mismo día en la tarde, Ilen le cuenta a Elín acerca de mi solicitud, quien
sonríe y aprueba que me lean cuentos, es más, ella misma me lee el cuanto esa
misma noche.
“Éxito”
Entre
otra de las cosas de este año, cabe mencionar que mi relación con Mirina ha
sido la única luz en mi constante agonía. Su personalidad carismática pero a la
vez suave, endulza mi estadía en esta casa. Cada mañana me despierta cuando
sale el sol y me ayuda a vestirme mientras tararea una suave melodía, siempre
atenta a cada detalle de mi vestimenta, remedando inmediatamente cualquier
botón o corte en las telas. Luego baja conmigo a la cocina, donde el desayuno
ya está preparado y se sienta conmigo a comer mientras me cuenta los últimos
rumores que escucha a través de Ilen (Comemos solos pues Elín se caracteriza
por ser perezosa y siempre se levanta un poco antes del mediodía). Durante el
día se dedica a hacer su trabajo como sirvienta, pero cuando tiene cualquier
tiempo libre, se la pasa conmigo con la idea de jugar, a veces le sigo la
corriente pero por lo general le hago ayudarme en mis exploraciones y otras
cosas que requieren a alguien más alto. Por las tardes nos dedicamos a hablar
del día y jugamos algunos juegos prácticos, que al parecer son populares con
los niños aquí (algunos son parecidos a los juegos de mesa, pero extremadamente
simples y fáciles de dominar). Cuando llega la noche siempre me acompaña cuando
Elín me lee un cuanto y cuando llega la hora de dormir se despide de mí con un
beso en la frente, con una dulzura que ya me tiene seducido.
“Me
dan unas ganas de besar esos labios”.
En
resumen, un tiempo de contrastes, muchas sorpresas y algunas cosas buenas que
hacen de este lugar más aceptable.
Quiero
olvidar lo más rápido posible las comodidades de mi vida anterior, así como mis
arrepentimientos, como ese juego que esperé tanto para comprarlo y no pude
jugarlo porque me morí.
“Grrrrrrr…
maldito destino, devuélveme mi dinero”.
***
Punto de vista de Ilen
Mi
Nombre es Ilen Antmad, nací en la ciudad de Girelia, como hija de un zapatero y
una modista, mi madre murió cuando tenía 4 años de una enfermedad pulmonar y mi
padre un año después en una batalla que se libró con una nación vecina. Siempre
ha sido común el reclutamiento forzoso en tiempos de guerra y mi padre no fue
la excepción. Previendo una posible muerte en la guerra, mi padre veló por mi
seguridad al dejarme a cargo de una familia noble amiga de él, una vez se supo
de su muerte, me ofrecieron criarme y entrenarme como sirvienta, a lo cual no
tuve elección.
El
trabajo, en parte, me ayudo a olvidarme de mis tragedias y me concentré en mi
tarea asignada, cuidar de una niña de 1 año, hija del matrimonio noble, Eline
Moth. Pase toda mi niñez velando por ella y cuidando cada detalle mientras
recibía lecciones de mis superiores. Pasado el tiempo, me hice muy buena amiga
de ella, pero nunca sobrepasando el límite de nuestras clases sociales, me
sentía segura pero a la vez solitaria.
Nunca
pude encontrarme a mí misma, ni saber lo que quería en el mundo, como una
tragedia destina, me vi forzada a trabajar en algo que no elegí, si bien no me
arrepiento de lo que he hecho hasta ahora, me gustaría pensar que en el mundo
hay algo más para mí que vivir una existencia de servidumbre. Esperando un destino
más prometedor, ahorro cada moneda de mi sueldo por si llega el momento de
volverme independiente y empezar otra vida.
Vi
crecer a Eline desde que tenía 1 año, la vi pasar de una dulce y tímida niña a
una mujer madura y correcta. Aprendimos juntas a leer, fui su confidente de
todos sus secretos, la vi llorar y reír, sufrir por amor, y observe como su
sueño de casarse con su amado se volvió realidad. La seguí cuando se fue a
vivir con su esposo, en las afueras de un pueblo llamado Sunen, a una hora en carreta
de Girelia. Una casa de 2 pisos, herencia de la familia de Clark, es ahora
nuestro hogar, donde me encargo de todas las tareas domésticas.
Un
año después de comenzar a vivir aquí, a sus 25 años, Eline quedó embarazada.
Nunca antes la vi tan feliz al momento de recibir la noticia del médico local,
su felicidad contagió a toda su familia y esposo, pero mis sentimientos eran
confusos, por un lado estaba contenta por ella, y por el otro, sentía celos y
tristeza por el hecho de no poder vivir algo así. Sin duda no soy la mejor
persona por pensar cosas tan negativas, pero no puedo evitar sentir mi corazón
vacío.
Para
Eline este embarazo fue duro, sufrió muchos malestares y trastornos
emocionales, la vi llorar sin razón alguna, ir de médico en médico, incluso
recurriendo a espiritistas, por el bien de asegurar la seguridad de su hijo.
Según supe de la Historia de Clark, él tuvo una familia anteriormente, pero
murieron cuando una plaga azotó la región hace varias décadas, cuando se casó
con Eline él tenía 62 años. Por ello, Eline estaba desesperada de no fallarle a
su esposo en darle una nueva familia, al final el embarazo dio término y la
ayude a dar a luz a su primer varón, Akeel.
El
parto de Akeel se desarrolló con naturalidad, según mi experiencia ayudando a
otras mujeres, todo fue bien hasta el momento de que él bebe salió por
completo, entonces me di cuenta que algo extraño sucedía, el niño no lloró ni
grito, a lo mucho murmuro algo cuando abrió sus ojos, “quizás es solo algo poco
común que pasa a veces”, pensé mientras lo limpiaba y ponía sobre los brazos de
su madre. Pero mi escepticismo creció mientras pasaban los días, pues en ningún
momento lloró ni actuó como un niño normal, es demasiado serio, de sus ojos
siempre emana un aire demasiado maduro y pareciera que observa todo en busca de
algo. Desde que empezó súbitamente a hablar, jamás le dijo madre a Eline y se
dirige a todos de manera respetuosa, deambula por la casa mirando todo con
absoluto detalle, incluso vi que durante media hora observó un vaso de vidrio
sin siquiera tocarlo.
Últimamente,
Akeel se comporta diferente, desde que se cambió de habitación y camina
libremente, curiosea por la casa y me observa constantemente, siempre con una
sonrisa que no me convence, como si quisiera algo de mí, pero lo único que
puedo hacer es devolverle la sonrisa lo mejor que puedo y dejarle ser.
La
relación entre Akeel y Mirina es de lo mejor, ella es una niña tan
desafortunada, como lo fui alguna vez, pero de alguna forma lo único que
irradia es alegría y trata a Akeel como su hermano menor, cada vez que puede se
la pasa siguiéndolo y trata de ganarse su confianza, aunque la realidad es que
Akeel parece el hermano mayor que la consiente con juegos infantiles, cuando al
parecer no le agradan mucho.
Lo
último que sucedió es Akeel pidiéndome que le enseñara a leer, mejor dicho, me
pidió que le ayudara a usar un libro, dejándome con sentimientos de duda
respecto a si sabía o no lo que es un libro. Fue un episodio bastante confuso,
pero lo que al final acordé con Eline, es que le leeré un cuento durante el
día, cuando él quiera, “algo me dice que los libros de esa estantería se van a
hacer pocos”.
Mi
vida en esta casa es una rutina tras otra, quizás no me siento la mujer más
feliz del mundo, pero al menos tengo la seguridad de una familia que me
respalda, un hogar donde vivir y un trabajo remunerado, cosas muy difíciles de
mantener es esta región siempre al borde de la guerra y vandalismos.
“Espero
que mi suerte cambie y encuentre la razón de mi existir”.
Parte
3
El
plan para aprender a leer se desarrolló como lo esperaba. Primero, hice que
Elín e Ilen me leyeran el libro de cuentos más sencillo del librero, durante la lectura me aseguré de aprenderme
al pie de la letra la primera página de este, para luego, con un trozo de
carbón, escribir lo que recordara al día siguiente en una hoja de papel (“Un
ítem bastante escaso para mi sorpresa”). Así sucesivamente, logre traducir las
primeras 10 páginas del libro, para alivio de Ilen, que ya estaba aburrida de leerme
lo mismo (me sirvió también para aparentar un lado infantil).
Tomando
las diez páginas traducidas, el libro original y con la ayuda de papel y
carbón, descifré la raíz del lenguaje y escribí una especie de alfabeto con
silabario, que me sirvieron de ayuda para dominar futuras lecturas. Cabe
destacar, que la estructura del lenguaje es bastante similar a las leguas
latinas (O derivadas del latín), la diferencia recae en la forma de las letras
y en la pronunciación. Todo ello me costó cerca de 3 meses, tiempo en el que me
dediqué por completo a la tarea, a tal punto, que nuevamente pensaron que
estaba enfermo.
Luego
de hacer unas pruebas con otro libro de cuentos, al traducirlo y luego
comprobándolo con Ilen, me dediqué a leerme todos los libros que tenía a mano,
con la intención de encontrar información útil. Dediqué aproximadamente 2 mes
en la lectura de 20 libros, aparte de los 2 ya leídos, de diferente tamaño y
contenido, que luego clasifiqué en :
6 Libros de cuentos.
2 manuales de modales y etiqueta.
6 almanaques.
2 enciclopedias naturalistas.
4 libros de historia
Los
libros de cuentos eran muy parecidos a los leídos anteriormente, hablaban de
aventuras épicas de héroes antiguos, caballerosidad y toda la pompa de reinos
casi perfectos, en otras palabras nada útil, salvo el hecho de que algunos de
estos héroes tenían más de 100 años (uno tenía 120), dato extraño que sólo
logre asociar a la fantasía.
Los
manuales de modales y etiqueta me dieron una mirada a la vida noble de esta
época, comprendí un poco las raíces de Elín como uno de ellos y las diferentes
barreras de clases y sexo, en otras palabras, si eres mujer y no eres noble,
tienes las cosas muy difíciles en igualdad de trato y oportunidades, a menos
que te conviertas en guerrera.
Los
almanaques eran un montos de estupideces (según yo), predicciones, esoterismo,
astrología y otras cosas que ni me molesté el leer. El único dato importante
fue la fecha que estaba escrita en ellos, los 6 almanaques iban del año 5529 al
5534, lo cual me dejo una sensación de consternación, pues si mi memoria no me
falla, esta era debiera ser cercana al siglo VIII o menos (“A no ser que en
realidad nací en el futuro y la humanidad involucionó producto de una
catástrofe mundial.”). Por el momento, un dato a considerar.
Las
enciclopedias naturistas ilustran todo tipo de plantas y animales, sus
características, propiedades medicinales para algunas hierbas, peligrosos
venenos, bestias peligrosas, en fin, libros bastante útiles para entender el
entorno natural. La mayoría de las plantas y animales no son para nada
desconocidos, no obstante, aparecen algunos animales extraños, como mezclas
raras entre mamíferos, reptiles y aves, los dibujos son bastante gráficos, pero
no son muchos. Ahora, lo extraño de lo extraño, es que aparecen retratados
dragones en una de las enciclopedias, varios tipos de ellos y con diversas
formas y tamaños, los leí detalladamente por curiosidad, pero al final opte por
considerarlos delirios de una época de mitos y leyendas.
Ahora
bien, los libros de historia fueron los que más información entregaron respecto
al mundo en que vivimos. Lo que está escrito son relatos de diferentes
historiadores que nunca oí hablar, anécdotas de conquistas, ascensión de reyes,
catástrofes naturales, plagas que asolaron diferentes regiones, etc. Todas las
historias tienen algo de valor, pero la más importante es la que habla del
comienzo de la era actual, hace más de 5000 años, el nacimiento de una imperio
que fue tan importante como para marcar un antes y un después en el mundo, Los
Acsimitas.
Según
la Historia, los Acsimitas fueron un imperio que gobernaron la totalidad del
mundo, poseían una sabiduría excepcional, exterminaron la mayoría de las
bestias más peligrosas, enseñaron la astrología y las ciencias básicas, en
otras palabras, sacaron a la sociedad de la era de la oscuridad, un mundo
otrora consumido por la guerra y diezmado por incontables bestias gigantes que
deambulaban por la tierra. Aquellos regentes trajeron la luz al mundo, su
origen fue tan desconocido como su final, nadie sabe de dónde vinieron ni como
desaparecieron tan abruptamente, llevándose su sabiduría consigo y dejando solo
vestigios, pues una vez desaparecidos, el mundo volvió a fragmentarse y el
estancamiento se cuenta ya en miles de años.
Haciendo
un análisis de todas mis lecturas puedo destacar algunos puntos importantes;
- El
mundo descrito está lejos de ser el que yo conozco.
- Pareciese
ser que la era actual es muy similar a la edad media de mis memorias.
- Extrañamente,
la unidad de medida es metros y kilómetros, la medida de masa es el kilogramo,
los días tienen 24 horas y los años 365 días, más aún, lo son desde hace más de
5000 años, aparentemente enseñados por los Acsimitas (“Raro”).
- Aparte
de los seres humanos, pareciese que hay otras razas, como Elfos y varias clases
de semibestias, quienes no tienen contacto con la gente y viven en las zonas
boscosas, pero a pesar de que están separados, hubieron guerras cuando los
humanos intentaron atravesar sus dominios, claro, sin éxito
- Según
sale escrito en uno de los libros, los seres humanos pueden llegar a vivir
hasta más de 200 años (lo que explicaría lo de los héroes de más de 100 años),
fruto de la intervención de los Acsimitas, que traspasaron la longevidad de los
elfos a las demás razas (“no me puedo ni imaginar como hicieron eso”). De esta
manera, todos crecen normalmente hasta cumplir los 30 años y el envejecimiento
se detiene hasta los 200 años aproximadamente, para luego envejecer normalmente
(“Que conveniente”).
Toda
la información es abrumadora, especialmente la de la edad, pero a pesar de que
la gente puede llegar a vivir más de 200 años, la realidad contada en los
libros es otra. Los individuos con más suerte pueden llegar a vivir un poco
pasado los 100 años, pues las guerras, las enfermedades comunes y epidemias,
ponen una expectativa de vida cercana a los 70 años, qué decir de la mortalidad
infantil. Aquellos que han llegado a morir ancianos se cuentan como leyendas de
hace milenios.
Todo
lo anterior resultó bastante difícil de digerir, pues de ser verdad, me pone en
un escenario totalmente desconocido. Ya sufrí bastante por mi destino en una
era sin comodidades modernas, por lo que si le sumamos el hecho de que pudiese
no ser mi mundo, crea una confusión que arriesga mi existencialidad.
Luego
de pasar unas semanas meditando mi situación, me dispuse a continuar un poco
más mi búsqueda de información y explorar el único lugar que no había visto, la
oficina de Clark, que por alguna razón me tienen prohibido entrar. Mi nuevo
padre se aparece por la casa una vez al mes y se queda alrededor de 6 días,
nunca me presta mucha atención y se la pasa al lado de Elín (“Debe amarla
bastante”), al parecer está esperando que crezca un poco más para empezar a
enseñarme esgrima y otras cosas que los hombres heredan a sus hijos. Elín
participa constantemente en una especie de comité donde se reúnen las esposas
de los oficiales y soldados (“Al parecer se ayudan mutuamente”), entonces Ilen
y Mirina son las que se quedan cuidándome durante la mayor parte de los días.
Esperé
pacientemente mi oportunidad de entrar en la habitación, mirando cuidadosamente
el comportamiento de Ilen, encontré una brecha cuando realiza las compras
semanales, lo cual me dio un espacio de libertad de cerca de 3 horas. Primero,
esperé a que Ilen se fuera, luego busque una excusa para mantener a Mirina
ocupada en alguna tarea doméstica y me escabullí dentro de la habitación, que
ni siquiera tiene seguro.
Dentro
de la habitación se halla un escritorio de madera, un par de estantes con
libros, documentos y artesanías de arcilla bastante finas (“Creo que no quiere
que entre para que no las rompa”), a un costado de la habitación un estante
contiene varias piezas de armadura y armas, todo bastante común si piensas en
un hombre de la edad media. Lo que llamó mi atención inmediatamente fueron los
libros en los estantes, analicé varios documentos, en su mayoría eran cartas de
familiares, estadísticas de la economía de la casa, informes de patrullas
fronterizas, ordenes de alguna especie
de comandante y listas de suministros, no obstante, lo que me llamó más la
atención fueron unos enormes rollos de papel grueso en la parte superior de uno
de los estantes y un gran libro parecido a un atlas.
Primero
hojee un poco el atlas, encontrándome con gran cantidad de mapas dibujados en
gran detalle, descripción de las diferentes regiones, climas, topografía, en
resumidas cuentas, una cartografía de gran nivel, que a pesar de ser hecha a
mano, tiene un nivel bastante aceptable
si lo comparamos los mapas de mi vida anterior. Tratando de encontrar
explicación, fui directo al final del libro y me encontré con una reseña del
origen de los mapas, resultando obvio el hecho que es parte de la sabiduría de
los Acsimitas (“Estos tipos fueron increíbles”), quienes antes de desaparecer,
cartografiaron el mundo entero. Este atlas hasta ahora es el descubrimiento más
importante y útil que he encontrado, y si le sumamos los royos enormes de
papel, que resultaron ser un mapamundi y un mapa de la región donde me
encuentro, tengo material suficiente para entender la realidad del mundo y
poder viajar fácilmente si en algún futuro debo hacerlo.
El
punto desconcertante (“Como siempre”) de los mapas vienen siendo los mapas en
sí, pues representan, con gran detalle, un mundo totalmente desconocido para
mí. En total 8 continentes (“Según veo yo”), de diferentes tamaños y formas,
junto con bastos océanos, difieren en su totalidad de mi mundo conocido. Lo
único extraño es que solo los mapas de nuestro pequeño continente tienen
delimitaciones políticas, o sea, solo hay información de los reinos locales,
habiendo un enorme vacío de lo que sucede más allá de nuestras costas
(“Literalmente todo lo demás se encuentra en blanco”).
Llegado
a este punto, no me queda otra que reconocer que estoy en un mundo totalmente
diferente, no tengo más conocidos que la gente que es mi nueva familia y al
parecer tengo toda una vida por delante (“Una vida larga si tengo suerte”). Al
final ya no tengo más opción que empezar desde el principio. Pero mientras le
doy vueltas al asunto, una revelación pasa por mi mente y me despierta de mis
delirios;
“Yo
soy una persona del futuro, al menos si hablamos de desarrollo tecnológico. No
soy para nada un genio… pero si tomo toda la información que conozco y recuerdo
un poco de los tantos libros de historia que leí… algo de ventaja deberé tener,
digo yo”.
Mientras
pienso, no quiere decir que soy capaz de inventar la bomba atómica o la
televisión, pero debiese ser capaz de implementar varias cosas que en mi era
eran comunes y que aquí ni se lo imaginarían. Desde un punto de vista realista,
las oportunidades son muchas, solo tengo que pensar y ver bien que le falta a
la gente de este mundo, quizás con la pura lógica de mi mundo convierta esta
existencia en algo prometedor.
“No
puedo evitar emocionarme un poco, pero debo ser precavido, no sirve de nada
toda la información que tengo si me muero de improvisto”.
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